jueves, 30 de junio de 2011

TUS MANOS

Lucían los tesoros de tus manos
bajo un templado sol de primavera,
como las mieses blancas en la era
con nubes sollozantes en los llanos.

Los claveles de tus dedos lozanos
deseaba mi cuerpo en larga espera.
Volaban cual paloma mensajera,
dispuestos a ocupar oscuros vanos

en el jardín de mi ánimo. Amorosa,
apoyabas tus yemas en mis labios
para frenar el tiro de los resabios.

De mañana, mi cuerpo hurgan abrojos
extrañando una mano primorosa;
en sueños un clavel toca mis ojos.

A. Macías Luna
(Derechos de autor)